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Hace una década, Robert Redford interpretaba el papel de Jay Gatsby en la película ‘El Gran Gatsby’. Según informa Rebeca Gimeno, esto tiene una relación con el abandono escolar. En esta obra, se apuntó a una relación que parece obvia pero que nadie se había tomado la molestia de comprobar: la curva del Gran Gatsby.
La curva del Gran Gatsby, que recibe ese nombre en honor al personaje, refleja un aspecto obvio que la realidad respalda: cuanta más desigualdad, peor funciona el ascensor social. Es decir, hablamos de la probabilidad de que vivas en una mejor situación que tus padres. Esta conexión dibuja una línea que se bautizó con este término.
Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), casi la mitad de la población piensa que hay muchas más desigualdades que hace 10 años frente a un 35,8% que cree que hay menos. Un 50,6% augura que habrá más desigualdades todavía dentro de 10 años.
En España, la brecha que existe entre las personas que nacen en un hogar con recursos y las que no sigue sin reducirse. El abandono escolar se concentra más en las familias donde los progenitores no completaron Secundaria. Sus hijos tienen un 30% más de probabilidad de no terminarla. La desigualdad educativa en España está entre las más elevadas si lo comparamos con Francia, Italia o Portugal.
Los indicadores de abandono escolar mejoraron en los años 60 y 70. En el caso de los nacidos a partir del año 85, se observa un retroceso que se concentra en las regiones del sur de España. Y si nos fijamos en la brecha de género, también hay diferencias, sobre todo a partir de los nacidos en los 80. La tasa de abandono de ellos es muy superior, tanto familias ricas o pobres. ¿Por qué? Los expertos dicen que cada vez se relaciona más con habilidades como la perseverancia o la concentración, ya que son fundamentales. En Primaria, se observa que las tienen más ellas que ellos en todas las clases sociales.
La desigualdad educativa actual puede no solo incrementar la desigualdad económica futura sino también agravar los problemas de pobreza ya existente. En España, ha subido la desigualdad educativa entre las personas que nacieron en la década de los años ochenta. Y esta brecha puede traducirse en mayor desigualdad económica e impactar en ese ascensor social. España es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el que más diferencias hay entre las escuelas públicas y las concertadas en el perfil socioeconómico de su alumnado.
Si nos fijamos en los jóvenes, más del 70% que trabaja sigue viviendo con sus padres, así lo dice el Observatorio de la Emancipación sobre el año pasado. Y una de las razones son los precios históricos del coste de la vivienda. El alquiler de una casa estándar se sitúa en 968 euros al mes, 88 euros más que un año antes. Los alquileres subieron 2,5 veces más que los salarios y el de suministros se encareció un 17,3%, situándose en 163,61 euros al mes. En cuanto a la pobreza, tres de cada 10 jóvenes en España está en riesgo de sufrirla y en el caso de los que trabajan, lo están en un 22,8%.
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