Las monedas de 5 euros no solo son una rareza, sino que también son una joya para los coleccionistas. Y no es de extrañar, puesto que hay muy pocas en el mercado. De hecho, hasta hace apenas dos meses, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) acuñó entre los años 2010 y 2012 hasta 15.000 monedas dedicadas a las 50 capitales de provincia más las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Dado el éxito que tuvo esa colección, de la que ya hay agotadas numerosos modelos, en mayo se lanzó una nueva tirada de 20.000 unidades.
A pesar de que se trata de una moneda de 5 euros, no se trata de una moneda normal como las que solemos utilizar para pagar. Al tratarse de una tirada especial y a pesar de tener ese valor, estamos hablando de monedas con características muy concretas –y más valiosas–.
En primer lugar, están fabricadas con plata de 925 milésimas, lo que ya da una buena muestra de su excepcionalidad. En cuanto a las medidas, cuentan con un diámetro de 33 mm y un peso de 13,5 gramos.
Sobre el diseño de todas ellas, por una cara aparece el escudo de la ciudad que conmemora, mientras que en la otra aparece un monumento o un elemento distintivo de dicha capital.
El orden de lanzamiento fue el siguiente:
Aunque nominativamente, estas monedas tienen un valor de 5 euros, su tasación es mucho mayor, es decir, nadie las va a emplear en la calle para pagar nada que cueste ese precio, dado que tienen un carácter de colección.
Por esta razón, en la página web de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre es posible comprarlas por un precio de 36,3 euros cada unidad. Y aunque parezca que el precio es desorbitado para una moneda que nominativamente solo cuesta 5 euros, lo cierto es que, al tratarse de un modelo para coleccionistas, su valor tiende a subir una vez que se ha adquirido, especialmente cuando están agotadas y no es posible comprarlas de manera online en la FNMT.
Eso sí, cuando hay disponibilidad, también existe la opción de hacerse con toda la colección por 1.887,60 euros.
Cabe señalar que no son muchas las monedas de euros que tienen un valor elevado, ya que se trata de una divisa que no tiene más de dos décadas, un tiempo muy corto si se compara con el uso de la peseta en nuestro país. Y es que la peseta fue la unidad básica del sistema monetario español durante más de 130 años, concretamente desde el 19 de octubre de 1868.
“Las primeras monedas se acuñaron en el año 1869, por la ceca de Madrid, núcleo de la actual Fábrica Nacional de Moneda y Timbre – Real Casa de la Moneda (FNMT-RCM). Para diseñar la imagen de la nueva moneda se optó por una matrona inspirada en las monedas romanas de Adriano. Desde ese momento hasta que dejaron de acuñarse, en el año 2001, han tenido diferentes valores, tamaños, aleaciones, metales y motivos de anverso y reverso”, recuerda el Banco de España en su “Historia de la Peseta”.
Así pues, no será raro que según pase el tiempo, algunas de las monedas de euros aumenten su valor en el mercado numismático de coleccionistas. Un buen ejemplo son estas monedas de 5 euros, cuyas 35.000 unidades probablemente incrementen su valor a lo largo de los años.