El Ayuntamiento de Barcelona quiere eliminar todos los pisos turísticos en noviembre de 2028 para destinarlos a uso residencial. Esta medida la plantea el consistorio aplicando el decreto ley aprobado por la Generalitat, que regula las viviendas turísticas. Esto afectaría a más de 10.000 viviendas. Y es que las zonas más turísticas como Madrid y esta ciudad catalana, acceder a una casa es imposible por los altos precios incluso del alquiler. Así se ha comentado en redes sociales tras el polémico anuncio de un miniático ubicado en la capital, según informa Sergio García García y Adam Salvia.
El objetivo es que “a partir de 2029 desaparezca la figura de piso turístico”, así lo ha anunciado el alcalde Jaume Collboni junto a los tenientes de alcalde Laia Bonet y Jordi Valls. La propuesta tendrá que ser aprobada por el pleno del Consistorio. "El Gobierno ha decidido ir a fondo", ha recalcado tras recordar que la ciudad cuenta con 10.101 pisos turísticos. Collboni ha destacado que Barcelona no se puede permitir tantas licencias por el aumento del precio de la vivienda, por el difícil acceso y el efecto negativo de la masificación turística.
En Barcelona quieren despedirse de los pisos turísticos aprovechando el decreto de la Generalitat que emplaza a los municipios a redactar -en un plazo de cinco años, desde diciembre de 2023- un plan urbanístico que fije cuántos pisos turísticos quiere aceptar. Así, el documento establece que las zonas que presenten problemas de acceso a la vivienda permanente o que ya tienen más de cinco pisos turísticos cada 100 habitantes pueden hacerlo.
Esta idea ha despertado opiniones positivas entre los ciudadanos. “Estoy muy a favor de sacar todos esos pisos turísticos”, dice una mujer. Para los residentes, esto les va a favorecer. "Eso nos va a permitir poner 10.000 viviendas en el mercado de alquiler o a la venta o, sencillamente, que tengan el uso residencial que seguramente nunca tendrían que haber perdido. Es como fabricar 10.000 nuevas viviendas en la ciudad en solo 5 años", ha subrayado Laia Bonet, exdiputada del Parlamento de Cataluña.
El acceso a la vivienda en el mercado español sigue siendo complicado, sobre todo para los jóvenes. “Cada vez tienen que dejarse más dinero en alquileres”, dice uno de ellos. “He buscado piso para ir a vivir y es muy complicado”, apunta otro. Esto pone en duda si esto supondrá una bajada real de los precios o si tan solo serán trabas para el turismo.
"En el caso de Barcelona, y de la proporción que representan los pisos turísticos sobre el total, es una medida de impacto muy limitado", comenta José García Montalvo, economista. "Es una medida con un cambio muy pequeño para el problema que hay", añade. De momento, el Ejecutivo opta por cerrarlos en cinco años.