Desde 2024 existe un nuevo derecho en Europa, el de reparar los productos y dispositivos que se nos estropean. Según informa Laura Queijeiro en Noticias Cuatro, una cosa es que tengamos ese derecho y otra cosa es que encontremos a alguien que lo repare. Muchas veces compensa más comprar uno nuevo.
Por ejemplo, en una tienda que vende y repara electrodomésticos de A Coruña, tienen que arreglar una lavadora. Tienen que cambiarle dos piezas y solo esos dos recambios cuestan 182 euros, a lo que habría que sumar la mano de obra y el desplazamiento técnico.
En esta misma tienda hay lavadoras nuevas a partir de 300 euros, por lo que es lógico que muchos clientes que tengan que reparar un electrodoméstico prefieran comprar uno nuevo. Los trabajadores de la tienda cuentan que muchos electrodomésticos podrían tener una segunda vida, pero el problema es que los repuestos suelen ser muy caros.
Alberto Pazos, gerente de Teletécnicos Vigo, afirma: “A la hora de la verdad, llevar esto a cabo no es sencillo. Es complicado entregar siempre una máquina de sustitución para un cliente”. Alberto García es dueño de una tienda de electrodomésticos y explica que le compensa más al cliente comprar una lavadora nueva por el recambio, porque sale muy caro. Una señora reconoce que le cobraron 60 euros por llevarse el electrodoméstico y que después no tenía arreglo.
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes 23 de abril la reforma de las normas de protección del consumidor en las que establece el derecho a reparar los dispositivos que se averíen. El consumidor podrá elegir entre la reparación o la sustitución de productos defectuosos. En caso de que el consumidor quiera repararlo, el plazo de responsabilidad del vendedor se ampliará en 12 meses. Además, los consumidores que quieran reparar el producto tendrán derecho a recibir uno de sustitución mientras lo reparen.
En los últimos años se ha priorizado la sustitución antes que la reparación de los productos. Esta propuesta pretende facilitar y hacer más rentable para los consumidores la reparación en lugar de la sustitución. Plantean que una mayor demanda ayudará a impulsar al sector de la reparación e incentivará tanto a productores como vendedores a hacer modelos de negocio más sostenibles.
Dentro de la garantía jurídica, los vendedores tienen la obligación de ofrecer reparación, salvo cuando esta sea más elevada que la sustitución. Fuera de la garantía jurídica hay una serie de derechos e instrumentos para facilitar la reparación como: el derecho de los consumidores a reclamar a los productores la reparación de productos o la obligación de los productores de informar a los consumidores sobre cuáles pueden ser reparados.
Otros nuevos derechos son: la creación de una plataforma de reparación en línea para poner en contacto a los consumidores con talleres de reparación y con vendedores de productos renovados, un formulario europeo de información sobre reparación que los consumidores podrán solicitar y la elaboración de un estándar de calidad europea de los servicios de reparación para que los consumidores puedan encontrar los de mayor calidad.