Su bebé nació muerto y tuvo que escribirle una carta a Google, Instagram y Facebook para implorar que dejen de recordárselo. Las consultas que hizo en las redes sociales mientras estaba embarazada hace que le sigan enviando publicidad relacionada con la maternidad, recordándole a cada momento su drama. Exige medidas a estas grandes plataformas que casos como el suyo no se repitan.