Mario Vaquerizo vuelve tras su grave caída de un escenario: “El cardado me salvó la vida”

Mario Vaquerizo (Madrid, 1974) sufrió en octubre de 2024 una caída del escenario durante un concierto en Cáceres, propulsado como una peonza por un mecanismo, llamado “giratutto”, que le causó daños cervicales y redujo su visión a un 5% (que ha ido recuperando). Ahora, cuatro meses después, publica una nueva canción de su grupo, Nancys Rubias, titulada ‘Reset’, que aboga por pensar que lo mejor está por venir.

“Voy a bailar, voy a cantar y voy a ser feliz, voy a soñar, voy a volar y voy a ser feliz”, canta en esa nueva canción, que coincide a la vez con el inicio de una nueva gira que, como no podía ser de otra manera, se llama “giratutto”.

Durante la entrevista con Noticias Cuatro ha demostrado que ha pasado página y se lo toma todo con mucho humor. Asegura que el cardado le salvó la vida o que en realidad no le lanzó el giratutto. “Me empujó la capa de ozono de Cáceres, que estaba hasta el coño de que me echara tres litros de laca”, bromea.

Explica también que ha experimentado el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas. “Dejé de ver, y a los tres días veía como un helecho fluorescente que se movía -explica-. Luego venía una bolsa de plástico transparente que bajaba. Se lo dije a la doctora. Me respondió: ‘Es normal. Cuando el ojo no ve, el cerebro manda rellenar la visión. Hay gente que lo rellena con bichos y se vuelve loca”.

Mario Vaquerizo afirma que superó su caída con sentido del humor y la espiritualidad

El mediático batacazo le dejó sin conocimiento tres minutos y medio, en el transcurso de los cuales la sangre dejó de regar los globos oculares. “Cuando me dicen que a lo mejor no puedo volver a ver, pensé que prefería estar muerto”, apunta. Los doctores que lo atendieron le confesaron que no había tratamiento y que mejorar dependía de él. “¿Qué iba a hacer, morirme de pena? Pues tirar para delante”, dice.

Atribuye la superación del peligroso trance cacereño a factores como el sentido del humor y la espiritualidad. “Los problemas con sentido del humor se llevan mejor, lo que me ha salvado la vida”, confiesa.

Durante su lenta recuperación ha concluido que la dolorosa peripecia no fue casual. “La vida me paró”, asevera. “Mis aficiones son mi medio de vida, y no te das cuenta de que estás todo el día trabajando y eres una ‘working girl’. Empiezas a no pensar. No pensé dónde situé el giratutto. No estaba centrado. A veces la vida te da toques para que pares”.

Mario Vaquerizo declara haber descubierto una nueva filosofía: el reseteísmo. La aprendió de Deborah Harry (cantante de Blondie), quien, tras un apagón de sonido en un concierto en Londres, exclamó: “Hay momentos en la vida en que hay que parar y resetearse”. Define el reseteísmo como “tener sentido del humor y reírse de uno mismo”, y añade que “resetearse significa que estás vivo. La gente que no se resetea creo que acaba siendo infeliz”.

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