¿Dejarías tu vida en manos de un algoritmo? Todos lo hemos hecho ya. A ciegas, sin querer. Si nos lo hubieran preguntado antes, si nos hubieran advertido en la letra grande de los riesgos y las repercusiones de delegar decisiones en la Inteligencia Artificial, quizá habríamos resuelto otra cosa. Somos, en cierto modo, marionetas del algoritmo, aunque no necesariamente de la manera que imaginamos. Pero quienes manejan los hilos no están hechos de silicio, sino de carne y hueso.

Eso es lo que cree la periodista Laura G. de Rivera, una de las mayores expertas en IA de nuestro país. Publica ahora ‘Esclavos del algoritmo’ (Debate), donde bucea las profundidades de la inteligencia artificial, explicando con detalle el impacto que tiene esta herramienta en nuestras vidas. Amada y rechazada a partes iguales, esta gran desconocida se ha hecho un hueco en la sociedad cada vez más grande e importante de lo que se piensa. Desde las recomendaciones de Netflix hasta ChatGPT pasando por las indicaciones de Google Maps, esta obra repasa diferentes enfoques de la IA que, a juicio de la autora, moldean el conocimiento de la realidad que tiene la sociedad.

“Los algoritmos de IA se han convertido en invasivos tomadores de decisiones humanas, grandes y pequeñas”, explica la autora. “Se usan para diseñar políticas públicas que afectan a todo un país con sus millones de habitantes. También para cosas aparentemente insignificantes, como elegir el restaurante donde comerás o la película que vas a ver antes de dormir. Los usas cada día sin pensarlo y, muchas veces, sin saberlo”.

Sin embargo, detrás de estos algoritmos aparentemente neutrales hay mucho más que una máquina. Cuando se busca influir en el tiempo libre, también se hace en nuestra percepción de cosas tan importantes como la política, la inmigración, la violencia de género o las guerras repartiendo beneficios y perjuicios de forma desigual entre la población. ¿Quién hay detrás de estas máquinas y qué propósito tienen?

“De lo que no se habla tanto es de si rápido o eficiente equivale a deseable o ético en todos los casos -comenta la periodista-. Confiamos en la estabilidad emocional mental, en la ética y profesionalidad de los programadores, aunque nadie supervisa lo que hacen y, si meten un error, es casi imposible encontrar ese algoritmo que falla en el inmenso mar de códigos”.

Como un jarro de agua fría, el relato de G. de Rivera supone asumir una fea realidad sobre la inteligencia artificial: somos incapaces de actuar sin consultarla a ella primero. ¿Realmente tomamos nuestras propias decisiones? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar con la inteligencia artificial?

“El verdadero peligro de la inteligencia artificial es la estupidez humana. Si lo que quieres es que el algoritmo organice tu vida, ¿en qué te diferencias de un robot?”, se pregunta. “Necesitamos ciudadanos mejor informados, con sentido crítico y dispuestos a hacer valer sus derechos”.

Laura G. de Rivera ha trabajado en Muy Interesante, Agencia SINC, Público, Interviú, El Mundo o Marie Claire o mexicanas como TecReview, Gatopardo, Milenio. Recibió el Premio Prismas Casa de las Ciencias al Mejor artículo periodístico 2020, el Premio Boehringer Ingelheim de Periodismo Medioambiental 2022, el Premio IO-CSIC 2022, el Premio de Periodismo Accenture 2020, el Best Article of the Year de CASE Plantinum Awards Latinoamérica 2020 y el Premio ESET de Periodismo sobre Seguridad Informática 2019. También es editora en The Conversation España y cofundadora de Elemento21, Laboratorio de investigación y divulgación científica en español.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.