Viajar a Tánger es hacerlo a una ciudad milenaria en la que se palpa la historia de los pueblos que la han habitado a lo largo de los siglos. No en vano, antes de que los árabes la conquistaran a comienzos del siglo VIII, en la Alta Edad Media, ya habían pasado por allí los fenicios, los griegos y, cómo no, los romanos.
Este trasiego no es extraño si tenemos en cuenta la ubicación excepcional de Tánger y su puerto, pues vigila la parte occidental del Estrecho de Gibraltar y es el primer puerto importante que se encuentra en la costa atlántica de África. Dicho esto, hay que apuntar que Tánger no solo es historia, sino que es una ciudad vibrante y cosmopolita en la que se puede disfrutar de la cultura marroquí. Esto hace de ella un destino turístico atractivo para cualquier amante de los viajes y para ello hay que poner atención a cualquier recomendación sobre dónde comer, acerca de las normas culturales que se deben seguir e incluso sobre las técnicas de regateo más útiles.
Eso sí, antes de entrar en estas particularidades, hay que mencionar los principales atractivos turísticos de la ciudad marroquí:
La medina de Tánger es el corazón histórico de la ciudad, un laberinto de calles estrechas y sinuosas lleno de tiendas, mercados y cafés.
La Kasbah está situada en lo alto de una colina y ofrece vistas panorámicas del Estrecho de Gibraltar y la costa de España. Allí se puede visitar el Museo de la Kasbah, que alberga una colección de artefactos históricos y artísticos.
Plaza 9 de Abril. También conocida como el Grand Socco, esta plaza es un importante punto de encuentro en Tánger.
Cueva de Hércules. A unos 14 kilómetros al oeste, se encuentran unas cuevas en las que, según la leyenda, Hércules descansó aquí antes de robar las manzanas del jardín de las Hespérides, uno de sus célebres doce trabajos.
Tánger cuenta con varias playas de gran belleza como la de Malabata y la de Achakar.
El Gran Zoco. Este mercado es uno de los más grandes y antiguos de Tánger.
Dónde comer en Tánger
Tánger es una gran ciudad, lo que ayuda a que exista una amplia gama de opciones culinarias. Por lo tanto, existen numerosos locales donde disfrutar de platos exquisitos. Más allá de nombrar alguno en concreto, las recomendaciones se centran en el estilo de comida y establecimiento al que acudir.
Comida callejera. Sin duda se trata de una experiencia auténtica y económica. En los puestos de comida se pueden probar los sfenj –rosquillas fritas que se sirven calientes– o los brochettes –pinchos de carne–.
Cocina típica marroquí. En este caso hemos de destacar platos típicos como el cuscús, el tajín –guiso de carne o verduras con especias– y el briouat –pastelito relleno de almendras o carne–.
Delicias del mar. Por otro lado, un buen lugar donde comer es en los establecimientos que están junto al puerto o especializados en mariscos y pescados. Y es que no debemos olvidar que Tánger es eminentemente marítimo.
Mercados en Tánger. Finalmente hay que mencionar uno de los grandes atractivos turísticos de Tánger, como son sus mercados. Allí es posible comprar y degustar todo tipo de especias, frutos secos, dulces...
El dicho “allá donde fueres, haz lo que vieres” siempre es bienvenido cuando se trata de visitar otras culturas y tradiciones. Esto no quiere decir que haya que copiar las costumbres de los lugareños, pero sí respetarlas para evitar cualquier problema que pueda arruinar el viaje. Esto nos lleva a apuntar las siguientes recomendaciones sobre las normas que se deben seguir en la visita a Tánger.
Vestimenta discreta. Aunque Tánger es una ciudad bastante cosmopolita, sigue siendo parte de un país musulmán con tradiciones conservadoras, especialmente a la hora de visitar lugares y monumentos religiosos. En este sentido, las mujeres pueden optar por cubrirse los hombros y evitar faldas o pantalones muy cortos.
Siempre hay que pedir permiso antes de tomar una foto en la que aparezca alguna persona.
En general hay que aceptar los tés de bienvenida, ya que rechazarlos puede ser considerado descortés.
Las demostraciones públicas de afecto, como besarse o abrazarse, no son bien vistas en Marruecos. Es mejor mantener las muestras de cariño en privado.
Regatear sin considerarlo un juego, es decir, solo si se está interesado en un artículo.
Cómo regatear en Tánger
Esta última recomendación nos lleva a hablar sobre el regateo, una parte integral de la experiencia de comprar en Tánger, especialmente en los zocos y mercados. Como hemos apuntado, nunca hay que tomárselo como un juego ni hacer perder el tiempo a los vendedores. En cuanto a las tácticas, son las habituales:
Empezar con una oferta baja, conociendo el verdadero coste al cambio en euros.
Ser paciente en el tira y afloja del precio.
No mostrar demasiado interés, pero sí amabilidad y respeto.
Alejarse en caso de que el precio sea demasiado alto y esperar una contraoferta.
En general, el vendedor siempre conseguirá el propósito de vender el producto por un precio que le resulta rentable, así que se trata de disfrutar del proceso.