En el Museo Olímpico de Barcelona se puede hacer un recorrido de las antorchas y su historia con tan solo ver sus vitrinas. Desde los primeros Juegos Olímpicos que se celebraron en Berlín, con la Alemania nazi, hasta las últimas que se hicieron en Tokio, donde utilizaron materiales reciclados para hacerla. París, que ha diseñado sus medallas, formará parte de esta colección a partir de ahora.
La antorcha es uno de los símbolos de los Juegos Olímpicos. En el Museo Olímpico de Barcelona se pueden ver todas ellas, incluida la joya de la corona que se utilizó en 1992 en la ciudad catalana. También la de Sídney, que fue capaz de pasar por debajo del agua sin apagarse.
Frente al templo de Hera, en las ruinas de la antigua Olimpia, comienza la ceremonia. Ataviadas con trajes de época, las sacerdotisas se colocan para encender la antorcha con un espejo cóncavo para captar los rayos de sol y prenderla. El primer relevo se ha hecho a Stefanos Ntouskos, campeón olímpico de remo en Tokio en 2020. Todavía quedan 100 días y el viaje es largo. Se hará a bordo del Bélem, uno de los grandes barcos franceses del siglo XIX.
Desde Atenas a Marsella. A partir de ahí, el relevo de los océanos de Guyana, a Nueva Caledonia, la Polinesia francesa, Guadalupe o Martinica. El viaje de la antorcha comenzó con los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, cuando se hizo por primera vez. Bajo la mirada de la Alemania nazi, el gran triunfador fue el corredor norteamericano negro Jessi Owens. Ahora, la historia cambia y el deporte significa unidad, respeto e inclusión. La cuenta atrás ya está activada para celebrarlo en París 2024.
"La llama olímpica que encendemos simboliza la esperanza de un futuro mejor, llevará el espíritu olímpico desde aquí, desde nuestras raíces ancestrales, a través de toda Francia para finalmente llegar a París, haciendo brillar más que nunca la Ciudad de la Luz", celebró el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.
"Serán los primeros Juegos con una paridad total de género, porque el COI ha otorgado exactamente el 50% de las cuotas olímpicas a atletas mujeres y hombres", explicó Bach sobre estos juegos que ha definido como sostenibles en unos Juegos que serán "más jóvenes, más inclusivos, más urbanos y más sostenibles".