Carlos Boyero, crítico de cine: “Yo escribo siempre de mí mismo, no puedo evitarlo”
El crítico de cine y televisión de El País y la SER publica ‘No sé si me explico’’, unas memorias donde habla abiertamente sobre sus filias y sus fobias
Confiesa que a veces sufre cierta esquizofrenia por el enfrentamiento entre su faceta pública y privada: “Carlos no se lleva bien con Boyero”
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Carlos Boyero es una de las figuras más seguidas, veneradas, temidas y odiadas del cine español. La controversia y una ilimitada capacidad para no dejar indiferente a casi nadie le acompañan desde que hace más de cincuenta años publicara su primer artículo. Boyero ha sido siempre tan ácido como honesto en sus críticas, irreverente e inconformista en sus columnas y, en general, incapaz de la mentira o la impostura en un mundo —el periodístico— plagado de ellas.
La editorial Espasa acaba de publicar sus memorias, ‘No sé si me explico’. Desde el Barrio Chino de Salamanca a algún tugurio del Madrid más abisal, en este libro nos cuenta su vida exagerada y, en un estriptís en blanco y negro, nos acerca al Carlos más personal e intimista, y al Boyero más inconformista y provocador.
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En una entrevista en Noticias Cuatro, confiesa que no se siente exactamente un crítico de cine y televisión: “En realidad yo escribo siempre de mí mismo, no puedo evitarlo”. Y confiesa que a veces sufre cierta esquizofrenia por el enfrentamiento entre su faceta pública y privada: “Carlos no se lleva bien con Boyero”.
Carlos Boyero nos cuenta su vida sin tapujos y con el tono provocador que le caracteriza
La suya es una improbable profesión de fe donde se dan la mano la corrosión, la sinceridad y hasta la ternura. Ahora nos cuenta su vida sin tapujos y con el tono provocador que le caracteriza. Es la exagerada vida de un tipo inclasificable, con sus neuras, sus debilidades, sus conocimientos, sus desmedidas aficiones hedonistas, sus amores, sus amistades, sus paraísos artificiales, su imposible relación con la tecnología, sus orgullos, sus convencimientos, sus arrepentimientos.
Todo eso es Carlos Boyero, ese género en sí mismo que rompe cotidianamente los moldes de la corrección política y el lenguaje de cartón piedra, ese ciudadano indefenso con miles y miles de fans que no sabe encender un ordenador ni enviar un wasap, pero que ha sido uno de los personajes más multimedia del periodismo español. Una vida y una voz contra la hipocresía, los intereses creados y la mentira disfrazada de prestigio.