Irene Vallejo, escritora: “Durante la época del acoso escolar los libros fueron mis verdaderos amigos”
La editorial Debate publica una nueva adaptación gráfica de ‘El infinito en un junco’, el exitoso ensayo traducido ya a 35 idiomas
Noticias Cuatro habla con la autora, que nos cuenta cómo ha cambiado su vida tras el éxito editorial y los viajes internacionales
Pedro G. Cuartango: “Leer es una forma de vivir, cuando uno lee vive”
A Irene Vallejo le cambió la vida hace casi cinco años. Esta filóloga zaragozana publicó entonces 'El Infinito en un junco' y su vida dio un vuelco. Aquel ensayo recibió una extraordinaria acogida entre crítica y lectores, y se convirtió en un éxito editorial internacional. Reconocido en España con el Premio Nacional de Ensayo, ha alcanzado ya 45 ediciones, se ha traducido a treinta y cinco idiomas y se ha publicado en cincuenta países.
Ahora llega la adaptación gráfica, firmada al alimón con el autor de cómics y ilustrador catalán Tyto Alba. Noticias Cuatro ha aprovechado la ocasión para preguntar a la autora zaragozana cómo ha cambiado su vida en estos años. Nos cuenta que su marido dejó su trabajo y que ahora le acompaña en los innumerables viajes por todo el mundo. La última versión del ensayo está dedicado a su hijo, que estuvo hospitalizado cuando Irene Vallejo escribía el libro.
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Una nueva adaptación enfocada en el acoso escolar que sufrió en la infancia
El nuevo texto, dice la autora, también está adaptado a las sensibilidades más jóvenes, y por eso se hace énfasis en los episodios de acoso escolar que sufrió de niña en su colegio de Zaragoza. “Durante la época del acoso escolar los libros fueron mis verdaderos amigos”, nos confiesa la autora.
'El infinito en un junco', de Irene Vallejo, es un canto extraordinario al amor por los libros, un ensayo sobre la invención de los libros en el mundo antiguo. Es un libro sobre libros. Las ilustraciones de Tyto Alba nos trasladan a los campos de batalla de Alejandro Magno, los palacios de Cleopatra, las primeras librerías y los talleres de copia manuscrita, pero también a las hogueras donde ardieron códices prohibidos, la biblioteca bombardeada de Sarajevo y el laberinto subterráneo de Oxford en el año 2000.