Cada año de media el Museo del Prado presta entre 200 y 300 obras de arte, pero aún así no se nota en la colección permanente. Según informa en el vídeo Elisa Albacete, esto es debido a que en sus almacenes guardan una colección muy amplia que permite rotar las obras expuestas sin problema. Es un espacio en el que duermen unas 3.800 pinturas.
Dentro del Museo del Prado hay un espacio desconocido para muchos de los visitantes. Unas salas a las que no se puede entrar ni contemplar sus obras sin permiso. Son unos almacenes conocidos como ‘peines’ y tienen la importante misión de cuidar las obras que nos exponen. Alberga más de 6.000 obras de arte.
Isabel Bennasar trabaja en el Registro del Museo del Prado y comenta que para ella el almacén es el alma del museo y es el gran desconocido. Añade que es como el corazón del museo, debido a que todas las obras pasan por este en algún momento.
Isabel cuenta que las obras se almacenan ahí porque el Museo del Prado tiene una colección bastante extensa, por lo que no pueden estar todas expuestas a la vez. También dice que en el almacén hay mucho movimiento por varios motivos: es necesario rotar, ya que a lo largo del año se prestan de media entre 200 y 400 obras. Si hay que retirar una obra de la sala porque no han prestado buena exposición, se coloca otra con características similares.
Cerca de todas estas pinturas, se custodia una colección aún más desconocida, la de los objetos decorativos. Patricia Lucas también trabaja en el Registro del Museo del Prado y comenta que en esta parte se incluyen una gran variedad de piezas que no son esculturas, ni pinturas, ni dibujos. Son objetos de gran valor que no tienen hueco en las salas, pero también los prestan para compartir el incalculable valor patrimonial del Museo del Prado.
Por ello, los ‘peines’ no pasan mucho tiempo cerrados, para así abrirlos y sacar del letargo a unas piezas que cualquier museo desearía tener. Son piezas que forman parte de la colección del museo, aunque el público que está arriba visitando las salas de exposición permanente lo desconozca.
Este museo es una de las pinacotecas más amplias del mundo. En 1819 se fundó el Museo Real de Pintura y Escultura por Carlos III como un Gabinete de Ciencias Naturales y contaba con tan solo 313 cuadros. Se hizo con la finalidad de custodiar las colecciones privadas de los monarcas. Tras la Revolución Gloriosa (1868-1874), se convirtió en un Museo Nacional, pasando a formar parte del patrimonio de todos los españoles.
Cuenta con tres plantas en las que se exhiben obras de pinturas de pintores más importantes de España y Europa. Tras la ampliación de Moneo tiene cerca de 54.900 metros cuadrados. Actualmente tiene unas 35.000 piezas, de las cuales cerca de 1.000 son esculturas. También cuenta con un equipo de restauración conformado por 26 personas, que es referencia a nivel mundial.