En muchas ocasiones la política es una carrera vocacional, se busca mejorar la vida de los vecinos de un lugar que ha sido importante para uno mismo o que incluso es tu propia casa. En otras ocasiones, evidentemente, no sucede así, sobre todo cuando hablamos de lugares más grandes, pero habitualmente, los alcaldes de localidades pequeñas se presentan a las elecciones con intención de poner su granito de arena para que sus vecinos tengan una vida mejor. 

Ser alcalde de un pueblo no es fácil, suelen ser bastante solitarios porque los equipos no son demasiado grandes, lo que hace que tengan que lidiar con muchos factores que los alcaldes de grandes ciudades pueden delegar. Además, el contacto con los ciudadanos es más directo y suelen ser muy exigentes, a pesar de ello parece tener algo que compensa el esfuerzo. 

Claro que también puede ser uno de los primeros pasos de una carrera imparable que les lleve a la primera línea política. Esto no siempre está planeado, no es raro ascender porque el partido necesita una cara amable, eficiente y que sepa resolver problemas con éxito, nadie mejor que alguien que ha sacado adelante una alcaldía en un lugar en el que (casi) todo el mundo se conoce y un tropiezo puede suponer el final de una carrera; hacerlo bien puede suponer el comienzo de otra llena de éxitos. 

Dar el salto a primera línea política no parece nada sencillo, de hecho no son demasiados los que lo han logrado, incluso buscado, después de haber sido alcaldes. Sí es el caso de Cuca Gamarra, actual Secretaria general del Partido Popular y que hasta 2023 fue portavoz de su grupo en el Congreso, puesto al que llegó después de haber sido alcaldesa de Logroño, la primera mujer en la historia en lograrlo. 

El actual ministro de Transportes del Gobierno, Óscar Puente, además de ser más conocido por sus comentarios en la red social X (antes conocida como Twitter), también lo es por haber sido alcalde de Valladolid, cargo que ocupó hasta junio de 2023. 

En 1995, José Manuel Soria era elegido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, también fue Ministro de Industria, Energía y Turismo durante el Gobierno de Mariano Rajoy, cargo que tuvo que abandonar en 2016 tras aparecer su nombre vinculado a los ‘papeles de Panamá’. 

Famoso es Xavier García Albiol por ser alcalde de Badalona, aunque él no ha dado el salto a la política nacional, bien se podría considerar que su figura sí que ha llegado a tener relevancia a ese nivel, porque sus palabras se escuchaban como si así fuera. Algo similar sucedió con Rita Barberá, alcaldesa de Valencia y que al final de su carrera política pasó a ser Senadora. 

No llegaron a ser alcaldes Francesca Armengol, pero fue concejala del Ayuntamiento de Inca entre 1998 y 2000, Borja Sémper, que fue primer teniente de alcalde en Irún, o Yolanda Díaz, primera teniente de alcalde de Ferrol. También es cierto que muchos de estos lugares distan mucho de ser considerados pueblos, pero, como decimos, pasar de ser alcalde de un pueblo a saltar a primera línea no es nada sencillo.