Dormir con sujetador: ¿acierto o error?

El sujetador o sostén es una de las prendas más habituales en el vestuario femenino y, más allá de las connotaciones relativas a la belleza, su misión queda bien clara en la definición del Diccionario de la Real Academia Española: “Prenda interior femenina para ceñir el pecho”. Y es que su propia denominación lo aclara, el sujetador sujeta (el sostén sostiene), con lo que la lógica dice que el momento de llevarlo es durante el día, cuando la fuerza de la gravedad empuja el pecho hacia abajo. ¿Y por la noche? ¿Es un acierto o un error dormir con sujetador?

Dormir con sujetador, ni acierto, ni error

No hay evidencias científicas claras que aseguren que dormir con sujetador sea bueno o malo. De hecho, dependerá de los gustos de cada mujer o de lo que necesite en cada momento de su vida. Bien es cierto que la mayoría de las recomendaciones se refieren a la no utilización del mismo por algunos factores que veremos a continuación, pero eso no implica que irse a la cama con esta prenda de ropa interior vaya a resultar nocivo para el organismo, más allá de que su labor de sostener se diluya un poco estando tumbadas.

Desventajas de dormir con sujetador

Para concluir si dormir con sostén es un acierto o un error, se pueden valorar las desventajas y los beneficios de hacerlo, aunque después será cada mujer la que “escuche a su cuerpo” y tome la decisión que mejor le convenga. Respecto a las desventajas, podemos apuntar las siguientes: 

  • Problemas de circulación. Si el sujetador aprieta demasiado, puede dificultar la circulación sanguínea y linfática, lo que no resulta bueno para la salud. No obstante, cualquier usuaria que note esta sensación deberá cambiar de modelo y probar con otro más adecuado para su talla y para el momento de dormir. 
  • Problemas para respirar. De igual modo, el diseño de los sujetadores puede ser perfecto para la actividad diaria, pero en posición tumbada quizás ejerzan demasiada presión que se traducirá en una peor actividad respiratoria. 
  • Mayor sudoración. Ni que decir tiene que al ser una prenda de ropa más, proporcionará más calor a la zona, traduciéndose en que la persona sude más y descanse peor.
  • Mala calidad de sueño. Todas las desventajas anteriores llevan al hecho de dormir peor. Y hemos de recordar que el descanso resulta esencial para la salud del ser humano.

Beneficios de dormir con sujetador

En cuanto a los beneficios de dormir con sujetador, no los hay a “nivel general”, sino que hemos de apuntar algunas ventajas que proporciona en algunos casos. 

  • Comodidad. Hay mujeres que por el busto que tienen, prefieren irse a la cama con un sostén que les proporciona el soporte necesario para reducir la incomodidad y prevenir el dolor de espalda o de hombros.
  • Menos movimiento. De igual modo, el uso del sujetador puede reducir el movimiento del pecho durante la noche, lo que puede ayudar a aquellas mujeres que tienden a moverse mucho en la cama durante las fases de sueño. 
  • Menos irritación. Para algunas mujeres, un sujetador suave puede ayudar a prevenir la irritación de los pezones. Esto es común en la fase de lactancia de las madres que acaban de dar a luz.

Elección adecuada

En definitiva, dormir con sujetador no supone ni un acierto, ni un error. Y aunque la mayoría de las veces las recomendaciones pasan por quitarse el sostén para ir a la cama, es posible dejárselo puesto. En estos casos, será importante atender a los siguientes puntos

  • Elegir un sujetador diseñado específicamente para dormir, sin aros, con copas suaves y fabricado con materiales transpirables. 
  • Asimismo, la parte más reforzada para sujetar el pecho deberá ser la lateral, pues los senos no caerán hacia abajo, sino hacia los lados.
  • Y sobre todo, hay que “escuchar al cuerpo”, ya que serán las sensaciones propias las que lleven a cada mujer a quitarse o ponerse el sujetador al irse a dormir.
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