Dos hombres armados irrumpen en el tanatorio y roban el cadáver de Yusef Afzal, un hombre árabe que apareció ese mismo día asesinado en su casa. En la autopsia realizada sobre Yusef horas antes, se detectó un residuo nuclear. El equipo del NCIS LA deberá encontrar el cadáver de Yussef y averiguar qué relación tenía con el residuo.
Mientras Eric se encarga de rastrear de dónde salió el residuo, los agentes G. Callen y Sam, siguen la pista de Yusef hasta un hospital de la Ciudad de Los Ángeles, donde se encuentran con una sorpresa muy desagradable.