Tras la cita, Julen le pidió a la tronista quedarse a dormir, y ella qué hizo, pues decirle que sí. La pareja tuvo un pequeño contratiempo, en una de las camas de la casa mientras estaban tumbados, se les ¡hundió el colchón! Entre risas, bromearon que nunca había pasado algo así. Como no podían dormir ahí, se fueron a otra cama, y acabaron muy abrazaditos... Al día siguiente, a Violeta y Julen les costó un poco desperezarse...