“No me hacen falta los demás para estar bien, yo con mi mundo, soy feliz”; así se define esta cántabra de 26 años. No puede evitar idealizar su vida con los cuentos de princesa que leía cuando era pequeña. Es una chica introvertida y siempre ha estado muy protegida en casa. Es muy indecisa y necesita la aprobación de su madre y su hermana para tomar cualquier decisión. Jenny considera que tiene una familia perfecta, con unos padres modélicos y una hermana pequeña que para ella es como si fuera la mayor. La cántabra siempre ha sido de vivir en las nubes y su hermana es la que le pone los pies en la tierra. Su madre y su hermana son sus únicas amigas.