"Me siento impotente de no poder demostrar lo que siento por ti"

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No todo iba a ser malo para Jenni . Cuando menos se lo esperaba, le llegó un misterioso ramo de flores con un bonito mensaje: "Desde el momento en que te ví yo te quise conocer. Despertaste algo en mí y mi corazón no para de latir. Yo he de conseguir que tú seas para mí, porque una mujer como tú es lo que quiero yo". En la primera persona que Jenni pensó fue en Mikele, pero no había sido él quien se lo había enviado sino Fran.

El pretendiente aseguró que estaba encantado con su tronista y que iba a hacer lo que fuera necesario para conquisatarla. Mientras tanto, el italiano observaba la escena con algo de tristeza, algo de lo que se percató Emma y le preguntó qué le sucedía. El chico, algo tímido, comentó que estaba mal porque "La última vez que estuve aquí en plató, me fui bastante afectado". Pero con quien realmente tenía que hablar era con Jenni, por eso ambos se sentaron en la mesa camilla para poder hablar más íntimamente. Allí Mikele se sinceró: "Me siento impotente de no poder demostrar lo que siento por ti. Me gustaría ser como soy yo realmente".

El pretendiente estaba tan nervioso que casi ni podía hablar, y muy cariñoso le dijo a Jenni que el simple hecho de estar cerca de ella hacía que se le acelerara el corazón. Tras esto, Mikele cogió aire y continuó: "Me gusta, me gusta mucho, pero me molesta todo lo que está pasando. A mí me cuesta mucho porque yo vine aquí y no sabía ni una palabra de español". Lo que Mikele quería decir era que le costaba mucho expresarse con claridad, y no le gustaba que cada vez que intentase intervenir la gente se riera de él. Tanto que incluso se había llegado a plantear abandonar el programa.

Cuando Jenni escuchó esto, se quedó sorprendida y le 'pidió' que se quedara: "¡Tú te sientas ahí que si no te meto una...!". Vicente quiso intervenir para decir que habían coincidido en el baño tras el último programa y Mikele, pensando que él no entendía el italiano, tuvo una conversación con su madre en la que le dijo que no estaba bien, que la gente se reía cuando intentaba decir algo y que estaba pensando marcharse. Mientras Vicente decía esto, el pretendiente agachó la cabeza y asintió. El chico verdaderamente se encontraba mal, pero Jenni intentó tranquilizarlo y consolarlo: "Tú no te tienes que avergonzar, con que yo te entienda ya está". Así, algo más contento tras escuchar las bonitas palabras de apoyo de su tronista, Mikele cogió fuerzas y se volvió a sentar en su silla de pretendiente.