Richar se quitó las gafas por Claudia y en su segunda cita decidieron ir a una óptica para elegir unas nuevas gafas para el pretendiente. Tras un rato divertido eligiendo las monturas, Claudia le explicó a su pretendiente que estaba enfadada porque en plató estaban todos demasiado callados y ella necesitaba más alegría. Richar tomó nota e intentó alegrar a su tronista, pero se encontró con una tronista muy seria que le dejó claro que esta vez no tenía ninguna gana de besos.