Adrián ha entrado en el plató morenito, pero bastante serio. El expretendiente ha querido dejar claro que todo lo que había contado Samira era cierto, pero que se le había olvidado contar lo más importante. El último día que Adrián iba a estar en Ibiza decidió pedirle a Samira que pasaran la noche juntos y mientras que le estaba esperando a que saliera del trabajo, se fue al puerto y le compró una pulsera con un corazón y una llave, en la que grabó la fecha en la que se conocieron. Adrián se dio cuenta de que no necesitaba más tiempo para empezar algo con Samira y esa misma noche le pidió que fuera su novia sin embargo, cuando él le hizo la pregunta ella se limitó a darle un beso y no le contesto. Al escuchar esto, los ojos de Samira han vuelto a llenarse de lágrimas y le ha dicho que él sabía por qué no le había dicho que sí. La tronista no quiere tener una relación tóxica y hay ciertos factores externos a ellos que hacen que lo sea.