Barranco citaba a dos de su pretendientas, Iris y Saray, para proponerlas un reto: Tenían que preparar un plato de comida y el que más le gustase podría disfrutar de una cita a solas con el tronista. La prueba estuvo marcada por la tensión entre las dos pretendientas y por los reproches. Finalmente, Iris convenció a Barranco con una ensalada de beicon y queso. Tampoco tuvo mucha competencia porque Saray decidió prepararle… ¡un plato de fruta!