Los tronistas han tenido la oportunidad de elegir a dos pretendientas para dormir dentro de la casa, el resto tendría que conformarse con hacerlo en la tienda de campaña del jardín. Una vez conocido el nombre de las afortunadas, Helena no ha podido evitar derrumbarse y se ha convertido en un mar de lágrimas: “Tengo un día de mierda”, le ha dicho a Miguel.