La final empezaba con una tronista muy nerviosa pero con las ideas muy claras: "Vine aquí con una ilusión y creo que voy a tomar una decisión", decía en plató. Pero antes de su decisión final, hemos visto dos citas clave para Marina. Por un lado, el encuentro amoroso y relajado con Alai y, después la de Santana. Este encuentro lo podemos calificar como tenso pero con final feliz.
La cita con Santana: lágrimas, reconciliación y noche
Después de decirle que no, a Santana le dijeron que Marina estaba hecha polvo. El pretendiente recapacitó y fue a hablar con ella. Además tenía preparado un detalle, le había comprado una pulsera. Y como no quiere la cosa hicieron las paces. Entre abrazos y mimos, Santana le dijo que se quedaba a dormir: "¿Entonces cuál es mi cama?", le preguntó. El sofá, por supuesto.
Aunque se tumbó en el sofá, en medio de la noche, se coló en la cama de la tronista (eso sí vestido). "¿No roncarás?", le preguntaba mientras se ponía cómodo, Marina no consiguió echarle pero sí que le pidió que se fuera un poco lejos de ella para que nadie pensara nada raro.
Mientras todo el plató estaba muy atento a esta cita, Alai se puso serio y no quiso mirar a la pantalla. Y varias veces le preguntó Emma que qué pensaba al ver cómo Marina se besaba con Santana, y él le dijo que hasta que no llegara el final del el programa no podría estar tranquilo. Tenía razón.
Quedaba muy poco para que acabara el programa, y Emma le pidió que se levantara para elegir a la persona con la que quería comenzar algo fuera de 'Mujeres y hombres'. Alai lo tenía claro, quería ser el elegido pero Santana estaba un poco dubitativo. Y cuando el pretendiente ha empezado a decirle a la tronista lo que sentía por ella, Marina ha empezado a mirar a Alai y de repente, se ha acercado a él, y se ha lanzado a besarle. No había ninguna duda, Alai era el elegido.
Pero esta final traía una sorpresa, Santana se sentará por segunda vez en el trono de 'Mujeres y hombres'.