Miguel decide hacer una fiesta de pijamas junto con David, Marco y las pretendientas pero no hay unanimidad pues Lucía no está de acuerdo. La pretendienta de Miguel cree que es pronto para quedarse a dormir con los tronistas pero finalmente la convencen.
Durante la tarde, los tronistas y las pretendientas responden a una ronda de preguntas a través del juego de la botella y Lucía confiesa que David le parece un prepotente. El pique entre Lucía y David es evidente y va creciendo conforme avanza la tarde. Además, Miguel ha dejado claro quiénes son sus dos pretendientas favoritas: Luzma y Lucía.
La fiesta de pijamas deja espacio incluso para que chica sorprenda a Miguel con un juego de adivinanzas sobre sus gustos y un masaje como premio pero la tensión alcanza su clímax en la casa cuando David suelta un comentario que enciende a Lucía: “Lucía tiene una cara bonita pero físicamente me gustan más finitas”. La pretendienta de Miguel se sorprende e insinúa que le ha llamado gorda: “Gracias por llamarme gorda, a mí tampoco me gustan los chicos tan poca cosa como tú”. El desconocido pique entre Lucía y David quizá solo acabe de empezar.