Miguel tenía muchas ganas de estar a solas con Zaira, además quería dejar atrás la pequeña crisis que tuvieron hace unos días por una supuesta confidencia de la pretendienta. Como hacía un poco de calor, la pareja decidió darse un baño en la piscina… y surgen los besos. Zaira se siente fuerte y cree que por ahora tenga rivales en el trono de Miguel. El tronista está muy contento de que estén bien juntos.