Labrador tuvo con Ana una cita de lo más especial. El tronista sacó su lado más romántico y le preparó un camino lleno de velas que le dirigía hasta él. A la luz de la luna y sentados en una manta blanca llena de pétalos, Ana y Labrador disfrutaron de lo que podría ser su última cita. La pretendienda, también tuvo un detalle con su tronista y le llevó un álbum de fotos con todos los momentos que habían vivido en el programa. Ana y Labrador se quedaron un ratito sin cámaras y al volver se mostraron muy cariñosos y tiernos.