La pareja quedó en el centro de Madrid para dar una vuelta. “¿Qué es lo que más te gusta hacer en este mundo?”, le preguntó Tom a su tronista, “Ir de compras”. ¡Qué casualidad! Al pretendiente también es algo que le apasiona hacer, pues ahí que fueron. Melyssa estaba encantada porque nunca antes había tenido una pareja a la que le gustara la moda como a ella. Así que se fueron juntos de tiendas.
Después les entró un poco de hambre a los dos, y se fueron a la casa de los tronistas. A Melyssa se le ocurrió que podían pedir comida francesa. Tom quiso sorprender a su chica con un enorme ramo de rosas, un detalle muy romántico que le gustó mucho a Melyssa. Durante la cena, les dio tiempo a hablar de muchas cosas, sobre todo de Álex. Tom fue bastante crítico con su rival, y calificó esta cita de vulgar (la que tuvieron en el jacuzzi) y además cree que es poco hombre. Y Melyssa no paró de rebatirle…
La cena acabó un poco tensa entre la pareja pero cuando subieron a la habitación de Melyssa, la cosa se relajó y se olvidaron de todo. Se metieron en la cama, se abrazaron y se besaron. A la mañana siguiente, bajaron a desayunar y Tom se acordó de que después de él su tronista iba a tener su última cita con Álex, y se vino abajo.