Después de mucho esperar, por fin le ha llegado el turno a María. La pretendienta tenía muchas ganas de tener su cita especial como el resto de las chicas y es que lo bueno se hace esperar. David quiso estar a la altura después de los últimos piques que han tenido en plató y quiso organizar todo un planazo para ella: un pueblecito.
El tronista ha querido ser muy sincero con María después de que ella le preguntara cuáles son sus puntos fuertes, esos con los que le podría contestar: su físico y su carácter. Pero lo que no le gusta mucho es que es muy “picona”. La pretendienta también le ha confesado lo que no le gusta de él: que es muy cabezón.
Pero no solo iban a pasear por el pueblecito, David tenía otra sorpresa preparada: la cabaña del amor. El tronista quería estar a gusto con su chica todo el tiempo que tenían disponible, y este cabañita ha sido un acierto. Además han podido disfrutar de un rato a solas… ¡sin cámaras!