Mónica Naranjo y sus compañeros acudieron en Tokyo a vivir una experiencia que mezcla el erotismo y la gastronomía. “Hay quien lo puede considerar sexual y quien lo ve artístico”, avanza Ana Joven antes de que la cantante vea de qué se trata.
Mónica llega al lugar con los ojos cerrados y, cuando los abre, se lleva una auténtica sorpresa: “Me encontré una situación grotesca, fúnebre incluso”, cuenta la artista. Lo que vio fue a una mujer desnuda tumbada encima de una mesa y cuyo cuerpo estaba cubierto de distintos alimentos. Era lo que José Corbacho definió como una “mujer bandeja”, ya que el objetivo es que la gente coja los alimentos de su cuerpo y se los coma. Mónica se negó a hacerlo: “Utilizar un trozo de carne para servir más carne… yo no le veo la gracia”.
Luego el grupo tuvo la oportunidad de conocer mejor a la mujer. Se llama Kondo y es la propietaria del local. “Desde pequeña quería dedicarme a este trabajo (…) Quiero que la gente diga ‘qué bonito, me encanta”. A pesar de que a Kondo le gusta mucho su trabajo, Mónica naranjo sigue sin compartir esa visión: “Toda la vida su sueño había sido servir a los hombres. Ahí veo un poquito de machismo adquirido”.