En estas páginas conviven veinticuatro historias extraordinarias: oscuridades en cubos perfectos, silencios ensordecedores, habitaciones de hotel cuyas puertas esconden una verdad incómoda, parques donde nada es lo que parece, bares de perdedores, agostos en Madrid...
Pero lo más importante son los seres que habitan estas líneas y que llenan la cabeza de Mikel Izal. Peculiares, estrafalarios, solitarios y terriblemente humanos... Todos distintos pero todos inmersos en un mismo universo asfixiante, misterioso y complejo.
«Este es el texto más inútil que escribiré jamás. También es el último. Quedan exactamente, si el reloj de mi teléfono móvil no falla y los satélites GPS siguen funcionando con normalidad, cincuenta y tres minutos para que todo desaparezca, incluyéndonos a mí y a estas hojas de papel. Una espera como esta no es fácil. Yo la afronto escribiendo, para mí siempre fue la mejor manera de separarme de la realidad.»