Kate Morton, la escritora australiana del momento nos presenta La hija del relojero. Elodie Winslow trabaja en los archivos de Stratton, Adwell & Co y un día, mientras hace inventario, encuentra un objeto que será clave para ella: un libro de bocetos de un pintor llamado Edward Radcliffe y una fotografía de una mujer muy bella. En los bocetos de Radcliffe aparece una casa grande bordeada por un río que le es vagamente familiar: se trata de la casa que su madre, que murió cuando Elodie era una niña, le describía en su cuento favorito. Pero ¿qué relación tiene esta casa con su madre?
Mientras Elodie ultima los preparativos de su boda con Alastair, una relación de la que no acaba de estar segura, moverá cielo y tierra para averiguar quién es la mujer de la fotografía, que resulta ser la musa de Edward Radcliffe, ambos involucrados en un asesinato y el robo de una joya a mediados del siglo xix. También tratará de adentrarse en la historia de la casa que aparece en los bocetos de Radcliffe, relacionada con su propia familia.
Esta novela es la historia de Elodie, pero no solo eso. Es la historia de su pasado, de los secretos tejidos alrededor de la casa del río, de una misteriosa joya y de un suceso trágico que tuvo lugar en 1862 y después del cual nada ya volvería a ser igual.