Largo pétalo de mar es la primera novela de Isabel Allende que aborda la Guerra Civil española y el exilio republicano, para lo cual la escritora chilena se ha documentado ampliamente y ha entrevistado a supervivientes de este episodio histórico, entre ellos al recientemente fallecido Victor Pey – empresario y periodista español que llegó a dirigir el diario Clarín y fue consejero de Salvador Allende-, a quien está dedicado el libro.
Coincidiendo con el 70 aniversario de la llegada del Winnipeg a Chile, la novela cuenta la historia de Víctor y Roser, una pareja catalana que formó parte de los más de dos mil exiliados españoles que llegaron al país andino a bordo del navío fletado por Pablo Neruda en 1939.
En plena Guerra Civil española, el joven Víctor Dalmau, enfermero en el frente republicano, junto a Roser Bruguera, embarazada de su hermano muerto en la contienda, huyen por los Pirineos rumbo a Francia. Ella se ve atrapada y conducida al campo de concentración de Argelès-sur-Mer, donde tantos miles de personas murieron de hambre, maltrato y todo tipo de enfermedades. Roser tiene la fortuna de dar a luz en buenas condiciones, lograr salir del campo y reencontrarse con Victor.
Mientras tanto, el poeta y cónsul en París Pablo Neruda se encarga de organizar el viaje del Winnipeg, un navío que llevará a más de dos mil españoles exiliados a Chile. Víctor, Roser y su hijo recién nacido se embarcan en busca de la paz y la libertad que no tuvieron en su lugar de origen. Llegan a Valparaíso, recibidos como héroes por los chilenos, y descubrirán ese país definido por Neruda como “ese largo pétalo de mar y nieve”.
Una vez en Santiago de Chile, Víctor conocerá a Ofelia del Solar y juntos vivirán una breve pero intensísima historia de pasión.
A lo largo de los años se integrarán en la vida social y económica del país. Victor frecuentará al doctor Salvador Allende, unidos ambos por su profesión y su afición al ajedrez. Tiempo después será nombrado presidente de la República. Sin embargo, el entorno de Victor y Roser se verá truncado violentamente en 1973 y ambos, cuya relación habrá protagonizado unos vaivenes imprevisibles, tendrán que revivir episodios que creían olvidados. Pero la vida brota y se renueva a cualquier edad. Porque tanto Victor como Roser sentirán en carne propia que a lo largo de una vida se pueden vivir muchas vidas.