Elvira se casó con Evaristo, la personificación del mismo Belcebú. Su hija, Ángela, tiró su vida por la borda al casarse con un hombre que no hacía caso ni a ella ni a sus hijas. Y la última de la generación, Caterina, que se enamoró de otro hombre que no le merecía, inconsciente del peligro que corría con él. La única que podrá hacer frente a la maldición es Ayanta, la última descendiente, que hará todo lo posible por descubrir la verdad.