Cristina Morató tiene nuevo libro, 'Divina Lola', la fascinante historia de Lola Montes, la falsa española que quiso ser reina. Bailarina, aventurera y cortesana, llevó una vida marcada por el escándalo y cautivó a todos con su arrebatadora belleza, entre otros, al rey Luis I de Baviera que abdicó por ella.
Se codeó con los literatos, políticos, músicos y aristócratas más populares de la época, como Alejandro Dumas, Honoré de Balzac, George Sand o el músico Liszt, con quien vivió un intenso romance. Y, sobre todo, enamoró al rey Luis I de Baviera, quien acabó abdicando por ella en 1848.
Junto a la Reina Victoria, Lola Montes fue una de las mujeres más famosas del siglo XIX. La autora ha tenido acceso a documentos exclusivos, fotos inéditas, correspondencia privada, artículos de prensa, archivos reales y ha viajado a los escenarios principales de la vida de Lola: París, Múnich y Estados Unidos.
En la última etapa de su vida, ya alejada de los escenarios, Lola Montes se reinventó una vez más como escritora y conferenciante de éxito. Publicó el primer libro de consejos de belleza de la historia titulado Las Artes de la Belleza, un auténtico éxito de ventas en su época, en el que daba consejos caseros a las mujeres: desde cómo teñir sus canas, a cómo mantener un pecho firme o cómo cuidar las pestañas, además de recomendar ejercicio físico y una dieta equilibrada. Este libro le sirvió además como tema, entre otros, para su última faceta con conferenciante.
Ni se llamaba Lola Montes ni era española, pero encandiló a toda una época con su arrebatadora belleza y pasional temperamento. Fue una mujer marcada por el escándalo que tuvo el mundo a sus pies. Haciéndose pasar por bailarina andaluza debutó en los teatros más importantes del mundo, aunque su talento artístico dejaba mucho que desear. Pero nada impidió que la irlandesa Elizabeth Gilbert, su verdadero nombre, triunfara en todo lo que hizo. Se codeó con los personajes más ilustres de su tiempo. Se casó en tres ocasiones y tuvo una larga lista de amantes, entre ellos el compositor Franz Liszt con quien vivió una apasionado romance. Y, sobre todo, enamoró al rey Luis I de Baviera, quien la nombró condesa de Landsfeld. Por su amor, el monarca se vio obligado a abdicar en 1848. Tras sus aventuras en Europa, la bailarina se embarcó rumbo a Estados Unidos donde vivió la fiebre del oro y actuó para los rudos mineros.
Cristina Morató nos descubre la biografía de una mujer que tuvo el mundo a sus pies. Publicado por Plaza & Janés.