Como todo anuncio de parto inminente que se precie, el de Susi llegará en un momento inesperado: un desayuno familiar de café con churros. Como lleva semanas amagando con falsas alarmas, los Jiménez no le darán crédito al principio, para desesperación de la joven. Sin embargo su cara de dolor y preocupación terminará disparando las alarmas y saldrán en tropel hacia el hospital.