Libana, la hija de Susi y de Iván, ya ha cumplido un mes y su madre ha querido ir hasta un estudio de tatuajes y de pircings para hacerle sus pendientes, pero finalmente ha sido ella la que se ha terminado haciendo dos tatuajes.
"Venimos a hacerle los pendientes a la niña", dice Iván al llegar al estudio y es que es algo que hace mucha ilusión a Susi: "Me gusta a mi hija con los pendientes más bonita, ponérselos de oro".
El dueño del local les ha aconsejado de que se esperen unos meses para ponerles los pendientes porque todavía es muy pequeña, aunque Susi sigue insistiendo: "Venía con la idea de hacérselo, ella está más bonita con los pendientes". Iván intenta convencerla para que esperen un tiempo para hacerle los pendientes: "Ya tendremos tiempo para hacérselos".
Pero antes de irse, el dueño les recuerda que también es un estudio de tatuajes y le da como alternativa a Susi que se haga uno. "Venga, sí. Me hago uno. Tengo muchas ganas de hacerme uno", dice ella y pese a que Iván insiste en que no se lo haga, ella asegura "que hace lo que quiera con su cuerpo".
Dicho y hecho, Susi pasa a la camilla para hacerse un tatuaje muy especial, la fecha del nacimiento de su hija Libana: "Mi hija va a estar conmigo para toda la vida". Con un poco de nervios, ella se lanza a hacerse el tatuaje y cuando Iván se marcha de la sala, decide hacerle una sorpresa y es un tatuaje que tiene que ver con él.
Cuando Iván ve el tatuaje de la fecha de Libana termina cambiando de opinión: "Ay, es bonito, al final ha molado". Pero lo que no se espera para nada es que Susi le enseñe el tatuaje que se ha hecho por él, Iván se queda literalmente con la boca abierta y se muestra "muy contento" con este acto de Susi.