La autopsia de una de las víctimas, que fue apuñalada durante varios días, lleva a la Unidad de Análisis de Conducta a investigar todas las desapariciones que terminaron en accidente. Tras los resultados, sospechan que las víctimas no son convertidas en esclavas sexuales, sino vendidas a sádicos asesinos que pagan miles de dólares para matarlas como desean.