J.J. y Morgan escuchan el testimonio del segundo asesino, que asegura que sintió un olor a savia antes de caer desmayado. Después, cuenta que al despertarse estaba atado a la mesa y que un monstruo con garras le violó, pero no hay rastros físicos de tal violación. A continuación, lo último que recuerda es despertarse sobre el cadáver de su madre.