Al llegar al lugar del siniestro, Reid se da cuenta de que Callahan se comporta de forma extraña y ella le confiesa que sus familiares murieron en el ataque terrorista al Pentágono del 11 de Septiembre de 2001. Para consolar a su compañera, Reid también le confiesa que su vida no es del color de rosa: “Mataron a mi novia delante de mí y mi madre es esquizofrénica, puestos a compartir…”.