Adam Rain era tan solo un niño cuando su padre, un famoso titiritero de los años 60, y él fueron atracados. Tras este incidente cayó en un profundo coma del que no salió hasta 50 años más tarde con la cabeza completamente trastornada. Prepara una granguiñolesca representación de marionetas vivas, un delirio infantil poblado de inquietantes muñecos de principios del siglo pasado, enanos de circo y escenas grotescas y macabras.