Dorris Archer está en paradero desconocido. Después de Paula Renmar y Samantha Rush, se trata de la tercera mujer desaparecida en un año. Las tres, que vivían en lugares retirados, son solteras y con edades próximas a los 30. Sin embargo, sus físicos no tienen nada en común. El secuestrador no deja una sola huella, ni señales de lucha. Durante la investigación, el equipo de la Unidad de Análisis de Conducta observa que nadie se había dado cuenta de su ausencia hasta varios días más tarde.
Penélope es la que da una pista decisiva cuando descubre que las víctimas, habituales de las redes sociales de Internet, habían dejado mensajes diciendo que iban a salir de la ciudad por placer o negocios. La publicación de dichos mensajes se produjo la mañana posterior a la desaparición de las mujeres, por lo que el equipo cree que son mensajes publicados por el secuestrador. Hotchner está convencido de que las asesina, pero todavía no saben qué hace posteriormente con sus cuerpos. El equipo debe detener al culpable antes de que otra mujer desaparezca.