El BAU viaja hasta la ciudad mexicana de Albuquerque a investigar el caso de un asesino que deja embarazadas a jóvenes y las mata después de que hayan dado a luz. Todo comienza con el caso de una joven drogadicta llamada Kristie Taylor, que se había fugado de casa de Nuevo México hace tres años y que apareció asesinada, con indicios de que haber sido violada antes de ser asfixiada. Con este caso suman ya tres víctimas en los últimos cinco años, que cumplen el mismo patrón: todas presentaban marcas de cadenas, eran rubias y tenían entre 16 y 19 años.
Por otra parte, Hotch presionado y ante la posibilidad de que su equipo se disuelva, decide entrenar a Morgan como jefe de la unidad con el fin de preservar la unidad y sus miembros.