Los Blancafort llegaban al castizo barrio de Vallecas y las cosas se torcían desde el principio: "¡¿Un cuarto piso sin ascensor?!". El asunto empeoraba cuando lo primero que veían al entrar en su nueva casa madrileña era un capote ¡con el escudo del Real Madrid! "¿Qué necesidad tengo yo de estar aquí?", se preguntaba Ivet. La falta de limpieza que a su juicio había en la casa no ha ayudado a que se sintieran mejor...