Ramonet se enfrenta al spanglish marbellí
Los Campillo estaban impresionados con el lujo que se han encontrado en la casa de las hermanas Leoni y tras disfrutar de su primera copita de champán han intentado adivinar quiénes eran y a qué se dedicaban su nueva familia. Las Leoni ya les habían avisado de que en Marbella es importante saber idiomas y Ramonet ha tenido clarísimo que no era lo mismo el ‘bisnes’ que el ‘business’ que ellas indicaban en sus tarjetas.
Las Leoni se “mueren de asco” recogiendo pescado
Divinas de la muerte, las hermanas Leoni se han preparado para ir a la playa y se han encontrado metidas en un barco de pescadores con el mono puesto y quitando pescado de una red. Sus caras eran un poema y Fausto, el patrón del barco, no podía contener la risa. Los anfitriones han tenido claro que estas tres jóvenes tan monas no estaban hechas para la mar.
Carmen: “No sé si vamos a poder pagar esto”
Tiffany, la anfitriona de los Campillo en Marbella, quiso sorprender a sus invitados con una cena en el restaurante más lujoso de la ciudad. La familia de Gandía decidió utilizar el ourfit que estrenaron en la boda de su cuñado para no desentonar, pero mientras que disfrutaban de una deliciosa cena francesa a Carmen le entraron sudores fríos “No sé si vamos a poder pagar esto”. Los Campillo estaban asombrados con los precios y el glamour que había a su alrededor, pero Tiffany les explicó que ellos solo tenían que disfrutar, estaba todo pagado.
“Rojo putón” vs “Rojo Ferrari”
Mari Carmen, hija de los Campillo y anfitriona de las hermanas Leoni en Gandía, se lo estaba pasando pipa al ver a las hermanas enfrentarse a su día a día, pero también disfrutó de la fiesta que sus invitadas les prepararon. Mari Carmen no tiene nada que ver con la forma de ser de Jessica pero ambas tienen en común el gusto por el esmalte de uñas. Eso sí, Carmen al esmalte de Jessica le llama “Rojo putón” y ella lo califica de “Rojo Ferrari”. Dos formas de ser opuestas que por un rato han convivido.
Carmen, Ramón y Ramonet, la familia Campillo y Alessia, Louise y Jessica, las hermanas Leoni se han rencontrado tras una semana con sus vidas intercambiadas y todos han tenido claro que no cambiarían sus vidas por nada del mundo. Las Leoni se llevarían a Fausto a casa porque se lo han pasado genial con él y se han dado cuenta de que tienen mucha suerte de tener la vida que tienen, mientras que los Campillo no cambian su mar por nada del mundo aunque eso sí, le han cogido el gustillo al champán y no dudan que lo volverán a beber para celebrar cualquier ocasión.