Chenoa cuenta su momento más incómodo con Mariah Carey: “Me empujó”
Chenoa relata en 'Martínez y Hermanos' su momento más tenso con Mariah Carey
Carlos Areces también sufrió un 'Tierra trágame' con su ídolo Björk
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Chenoa, Juana Acosta y Carlos Areces han visitado 'Martínez y Hermanos' en lo que ha sido un nuevo programa lleno de diversión y confidencias. Entre ellas, Chenoa y Carlos Areces confesaron sus anécdotas más incómodas con otras celebrities.
"Yo me presenté a un concurso donde nadie quiso ir y me mandaron a mí. Me dijeron que cantase una canción que me gustase y canté 'It's raining man' y gané. De ser la cuarta a poder ganar algo, pensé que qué guay. Y el premio lo entregaba Mariah Carey", empezó contando Chenoa.
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La cantante afirmaba entonces que la diva internacional "llevaba los abdominales pintados" y que iba "muy tuneada". Pero su sorpresa no fue esa. Fue que de la emoción al ganar fue a abrazarla y Mariah Carey la habría apartado para evitar que se borrasen sus abdominales. "No quería que le borrara con las lágrimas nada de eso. Flipé un poco en colores. Dije 'Voy a centrarme en mi momento' y no eché cuenta", añadió Chenoa.
A continuación, Carlos Areces le pidió a la cantante si podía recrear el momento, a lo que accedió con la ayuda de Dani Martínez. Chenoa contó entonces más datos sorprendentes: "Me empujó pero no me importó porque ella es la reina de la Navidad", concluyó.
El día que Carlos Areces conoció a Björk
Por su parte, la anécdota incómoda de Carlos Areces era con Björk. El actor fue invitado a pinchar en Islandia y se quedó encantado al saber que la DJ también estaría compartiendo espacio con él. Areces habría pedido a quien le invitó al evento si se podía sacar una foto con Björk y si le podían firmar un disco. "Nos dijo 'Le va a encantar. No sabes la ilusión que le va a hacer'. Entonces fuimos una tienda de Reikiavik a por unos vinilos", relató el actor.
Al conocerla, Carlos Areces explicaba que no podía ser más simpática. "De repente estamos en una mesa de seis con Björk, sentados. Nos atrevemos incluso a enseñarle fotos de 'Ojete calor'. Le parece muy divertido, todo es distendido...", recordaba. Pero cuando su compañero Aníbal sacó los vinilos, todo cambió.
"Björk se quedó mirando los vinilos, se levantó bufando y de repente todo ese momento se fue a la mierda. El último recuerdo que tenemos es que no hay nada que más deteste Björk que firmar un disco a un fan", terminó diciendo Areces para sorpresa de todos.