¡Ni dos meses juntos han aguantado! Lo que empezó con una mudanza para comenzar una vida en común en el barrio más de moda en Barcelona, termina con otra mudanza de vuelta a su origen. Evans y Duna han coincidido por primera vez en algo: no sirven para vivir juntos. Tras recibir las amenazas de Duna, Evans abrió el melón y ambos decidieron abandonar su piso en el Raval.