Tanto sus padres como sus hermanas Graci y Graciela lo manifiestan abiertamente: echan mucho de menos a La Rebe desde que se fue de casa. Dani se muestra especialmente apenado. Es más, se le quita hasta el hambre y eso para su mujer Marisol, es algo muy grave. Deciden llamar a su hija por teléfono pero se produce un momento de lo más surrealista cuando salta el contestador automático de Rebeca.
Pero que nadie esté triste, porque Rebeca tiene planeado volver. Cuando llega a casa la alegría que embriaga todo el salón es inmensa y todos disfrutan de su presencia y de la del pequeño de la familia, ¡cuánto ha crecido! Aunque hay algo que ronda en el ambiente y que preocupa a sus padres. ¿Dónde está José? ¿Por qué no ha venido con ella? Aquí huele a gato encerrado...
El hecho de que Rebe haya vuelto sin su marido preocupa a sus padres pero ambos deciden dar a su hija el espacio para que se sincere con ellos cuando ella lo crea necesario. Dani tiene unas palabras muy bonitas con su hija y ésta llora porque confiesa encontrarse en un momento muy triste de su vida: "Todo es muy difícil, se me hace todo cuesta arriba. Los necesito en mi vida y ahora más que nunca". ¿Les contará qué ha pasado?
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