En el campo se pueden protagonizar despertares idílicos con los pajaritos cantando a tu alrededor o vivir un despertar terrorífico ventilado por la respiración a un centímetro de una vaca gigante. Pues esto segundo es lo que le ha sucedido a Noemí y a su madre, antes de que a la segunda le empezara a correr por el cuerpo el espíritu de Heidi y se volviera literalmente loca entre las vacas.
¡Menudo susto! Noemí ha salido literalmente corriendo cuando ha sentido el aliento de una vaca en la cara y tenido la sensación de que era su fin. Sin embargo, a Raquel le ha parecido entrañable despertarse en mitad del campo y rodeada de vacas. Le ha hecho tanta ilusión que se ha vuelto loca, se ha acordado de Heidi y de Pedro, el cabrero, en este caso vaquero, y ha perdido el norte por completo.
Alba Carrillo le ha pedido que dejara a las vacas tranquilas porque ellas no se estaban metiendo con nadie, Noemí le ha pedido que parara en numerosas ocasiones y hasta el vaquero le ha dicho que se estuviera quieta que no eran vacas de leche, pero Raquel estaba tan emocionada que ha decidido jugar a lanzar barro a las chicas y estrellar a Estela Grande contra un gran charco de caca de la vaca.
Ella se lo ha pasado pipa, pero hasta Lucía Parientes ha tenido la sensación de que a Raquel no le estaba sentado nada bien esta aventura campestre de chicas.