Noemí y Antón van a ser padres de nuevo, lo que significa que la pequeña Noemí va a tener un hermanito o hermanita. La pareja aprovecha un paseo familiar para contarle a la niña esta buena noticia. Pero… ¿cómo se lo va a tomar?
El padre toma la iniciativa, pero la madre cree que no es buena idea, que es muy pronto, no lo va a entender y que, para colmo, es muy celosa y posesiva. Antes de dar el paso definitivo, tantean a la pequeña para saber qué piensa al respecto.
Antón le pregunta si le gustaría tener un hermanito y ella responde, muy tajante que no, porque “es un rollo, se comen sus chuches, rompen sus juguetes, nos saben hablar y lloran”. Por más que sus padres le intenten convencer, la niña sigue fiel a su opinión.
Pero Noemí y Antón ha sabido jugar sus cartas y han conseguido que la niña se interese algo por el tema de tener una hermana… un hermano ya es otra cosa. Pero paso a paso. La conclusión que saca Noemí de todo esto es que la niña “no está preparada” para la llegada de un nuevo miembro a la familia.