Fali la ha vuelto a liar. Le ha hecho firmar un contrato a Mariano para ser su manager pero éste no ha leído la letra pequeña, en la que se especifica que tiene que acogerlo en su casa. Y así es como Fali se ha hecho con el control del domicilio, revolucionando a toda la familia.
Elige el dormitorio donde va a dormir sin consultar previamente, monta un despacho donde le place, pide comida a diestro y siniestro, saca la ropa d eun armario para meter la suya… Vamos, que las hijas de la Mora y Mariano ya le han puesto nombre, el okupa.